La gamificación en la vida cotidiana es la aplicación de recursos de juego (diseño, dinámicas, elementos,etc.) para la construcción de cambios en los comportamientos de los individuos para que alcancen aquellos objetivos del dia a dia que pueden caer en el ámbito de la procrastinación, la dejadez, la desidia, etc.
Si no sabes cómo funciona esto, te explico que cuanto más leas, más conocimiento y puntos te llevas.
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Generar impacto en el desarrollo personal
Los sistemas gamificados también pueden ser útiles en nuestra vida cotidiana. En este contexto, además, no deben ser, necesariamente, demasiado complejos. Veremos, a continuación, un ejemplo: Destinado al desarrollo personal.
Sistemas personales de automotivación.
Alexander Kalamaroff, un joven trabajador del sector educativo público de Boston, escribió en Lifehacker un artículo llamado “Gamify your life: a guide to incentivizing everything” en el que se daban buenos ejemplos de las posibilidades de aplicación de gamificación para consecución de objetivos cotidianos de carácter personal.
El planteamiento se resumía en la afirmación que, si se quiere conseguir una actividad agradable, primero deben realizarse aquellas que, aún siendo necesarias, no se quieren hacer por procrastinación.
En primer lugar, se deben identificar esas actividades pesadas que no se quieren realizar. A continuación, se les deben asignar puntos. Se propone un sistema y propone grupos de tareas “rojo para la salud y la vida general, azul para las actividades aburridas y verde para las actividades relacionadas con las responsabilidades laborales.
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Algunos ejemplos jocosos, pero ingeniosos, como “tomar una ducha corta son ocho puntos, menos el número de minutos que pase bajo el agua. Si mi ducha dura más de esos ocho minutos, empiezo a perder puntos ganados en otras actividades”
Las recompensas deben ser razonables y alcanzables para seguir manteniendo la motivación y se debe hacer un seguimiento exhaustivo de las actividades que entran en juego. Los objetivos se pueden ir ajustando a la realidad. Cuanto más engorrosa pueda ser una de estas actividades, más atractivo debe ser el premio.
Finalmente, propone que los retos y las recompensas se partan, con distintas intensidades a lo largo del tiempo. De este modo, se pueden adquirir hábitos a largo plazo, por ejemplo los de realización de deporte de manera regular y prolongada en el tiempo.
No vale con proponer un reto a un mes vista. Es mejor pequeños retos y recompensas semanales combinado con un reto a tres meses, por ejemplo, y con una compensación mayor.
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